lunes, 18 de octubre de 2010

II-La correspondencia entre una autora y su editor... Mercè Rodoreda y Joan Sales


Sigo con las cartas de Mercè Rodoreda y Joan Sales, la verdad es que hacía tiempo que no me divertía tanto con la lectura de un libro. Hay momentos en los que no me puedo aguantar la risa y voy pegando carcajadas, me arrepiento de no haberlo leído antes.


Como son ambos, menudo carácter tenía la señora Rodoreda y el señor Sales no le va a la zaga
. Me encanta el duelo que se establece entre ambos diciéndose exabruptos de todo tipo y aguantándoselos mutuamente. Sin ambages de ningún tipo se pueden decir las barbaridades más gordas.

Ya estoy a la altura de la pagina 170 (mediados de 1963), la Plaça del Diamant ya ha sido editada, después de todo tipo de pataletas por parte de Rodoreda debido a las correcciones que le ha infligido Sales, por las que le dedica todo tipo de flores como:
"Us vaig donar un texte impecable i l'havíeu esguerrat amb brometes i afegits..."

Y a partir de aquí 4 paginas de correcciones sobre correcciones con todo tipo de imprecaciones que si no tratan de imbécil al editor poco falta y la contestación de Sales es esta:
"el que importa es la novel·la. És tan bona que bé se li pot perdonar a l'autora que tingui tan poca idea de les conveniencies."

Y ella no se queda corta y le vuelve a enviar una carta de nuevo llena de correcciones.

El 3 de agosto de 1962, Sales acaba su carta con una cita de Baudelaire: "Sois charmant et tais -toi" (se encantadora y cállate) y la firma "Amb l'afecte del vostre màrtir"
Como se puede ver un compendio de encontronazos soportados con ironía y humor. 
Y el 6 de agosto desde Ginebra, Rodoreda le contesta entre altres floretes "Ja sou ben pallús" y para acabar le contesta a su frase en francés: "...i jo us faré dir, mon coeur que tout irrite... I aneu a passeig."

En 1963, Rodoreda ha podido leer ya Incerta glòria y está entusiasmada con la novela, la encuentra buenísima y no solo ella, sino Armand Obiols su compañero también lo piensa, la han leido en francés. En Catalunya había sido editada, pero mutilada por la censura.

Que envidia que me dan estas cartas, divertidas, interesantes, en ciertos momentos desesperanzadas por parte de Sales debido a la situación de nuestro país (Catalunya) de su lengua, de su literatura, por la escasa venta de libros (consideraciones no tan diferentes de las de hoy día, casi parece que me oigo a mi misma) y por parte de Rodoreda por las dificultades de la escritura, pero todas ellas escritas en un diálogo constante, intenso, inteligente, a la misma altura el uno de la otra. 

Hablan de literatura, del momento, de lo que se consideraba y de lo que no. De los esfuerzos por intentar que la literatura en lengua catalana se editara en otros idiomas, en francés, en alemán, en inglés... para poder tener más resonancia, más consideración... 

Y seguirá...



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