He empezado a buscar un entorno gráfico para la nueva colección, la caja de laca donde publicaremos la novela de Erika Bornay y las otras dos que preparamos: las de un autor chino y una autora japonesa. El nombre me lo proporcionaron y me gustó. Pensé que era un nombre indicado para una colección, donde podía darse cabida a diversos autores, diversos estilos, diversas narraciones. Todo ello guardado en una caja, como la expresión catalana: un calaix de sastre. El único nexo en común de todas ellas es que deben ser escritas en el siglo XXI.
Y también porque la técnica del lacado siempre me ha interesado, por eso el pez que acompaña el texto es una obra de Jean Dunand, diseñador y uno de los lacadores más importantes del Art Decó francés.
El nombre es muy sugerente, entran ganas de abrir la caja y descubrir los tesoros que tiene dentro.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó