Debido a que hemos enviado Marthe a todos los diarios y revistas que nos ha sido posible, lo que no quiere decir que nos hagan caso, en estas ultimas semanas me dedico a comprar diferentes periódicos en el día que sale el especial de cultura, por si tenemos suerte y nos dedican algo de espacio en ellos.
La semana pasada compramos entre otros el diario El mundo, el día del suplemento cultural y hoy finalmente le he dado un vistazo. He leído el artículo dedicado al panorama de ventas de la LIJ en este último 2010-2011. La crisis ha invadido todo y está en camino de llevarse muchas cosas por delante. Yo empecé a sufrirla en serio a partir de septiembre del 2008, no en el sector del libro sino en el del diseño gráfico, en el que había trabajado desde 1978.
Ahora ya esta llegando también al libro y como no las ventas en el sector infantil han bajado. Tal como dice el artículo en el 2009 subieron casi un 11%, bastante más que en todo el sector editorial en general, pero en el 2010 bajó un 10%, por lo que todo lo ganado en el año anterior se perdió.
Nosotros también hemos notado ese bajón en las ventas, primero porque la implantanción de novedades ha bajado muchísimo ya que las librerias estan intentando controlar esa continua aparición de novedades. Pero este control de las novedades, que debería en cierta medida favorecernos a las editoriales pequeñas, no sucede así sino que al controlar el flujo, hace que las nuestras también se recorten y vendamos menos.
Yo me he encontrado con el caso de ir a hacer una actividad infantil a una librería infantil y esta haber decidido que restringía las novedades desde diciembre, por lo que el resultado era que Sd·edicions, que solo había podido editar tres libros ilustrados infantiles y el desplegable la Tira de nens desde el mes de Enero 2011 más otro en diciembre 2010, no tenía ninguna de sus novedades infantiles en la librería. Y ocurría la situación siguiente: tener un estante dedicado a abuelos y no tener La iaia, una novedad y un libro perfecto dedicado a las abuelas.
Por lo que la situación es la siguiente: además de tener reales problemas debido al distribuidor y no haber podido vender libros durante 6 meses ahora debemos hacer frente a la restricciones de las librerías.
Si queremos sobrevivir deberemos reducir todavía más el número de ejemplares para adecuarlo a la venta real que es mínima. En estos momentos estamos dando vueltas a como mantener un PVP aceptable, ya que al imprimir menos ejemplares este sube. No me tocará más remedio que imprimir varios títulos a la vez, utilizando la posibilidad de abaratar el precio por unidad imprimiendo con el mismo papel, y de esta manera poder mantener el precio de venta, tal como hacía en el inicio de mi actividad editorial, lo que quiere decir volver al 2005.
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