jueves, 14 de julio de 2011

Calder ha saltado de La caja de laca a este blog








Esta entrada le correspondería al blog La caja de laca, pero me ha apetecido hacerla aquí, como la del libro Der Professor und grosse rote fish, por lo que Alexander Calder ha saltado desde La caja de laca a este blog.

Ya he explicado unas cuantas veces que voy a la caza y captura de catálogos de exposiciones; este lo encontré en Basel, en el librero que visito en cada viaje a esa ciudad. En realidad eran tres catálogos diferentes, uno de dibujos, otro de "móviles" y este de esculturas en bronce; como no pagaba yo y me lo regalaban junto al libro infantil anteriormente citado, y otro catálogo precioso de la galería Maeght de Zurich con litografías de Calder, solo me llevé este de la serie de tres (era barato-10 francos suizos, menos que 10 euros).

De Calder, una de mis debilidades, tengo bastante información, pero estas piezas no las había visto nunca por eso me interesó el catálogo. Muestra unas ediciones en bronce de unas esculturas que hizo en 1944 y que estaban en la casa en la que había vivido su madre en Connecticut. Como explica en su autobiografía, en 1944 un amigo arquitecto le sugirió hacer una serie de grandes esculturas para exterior, y debido a esta idea comenzó a trabajar con yeso. Realizando posteriormente, a partir de esos modelos, unas cuantas pìezas que se fundieron en bronce. Esta fue una aventura cara y poco rentable ya que se vendieron pocas esculturas, además el hecho de tener que estar supervisando el trabajo del fundidor no le gustaba ni le satisfacía, por lo que permanecieron en casa de su madre.

Hasta que en 1968 una empresa de fundición de Nueva York, Roman Bronze Works, entendió y asumió la dificultad de realización, ya que algunas de ellas tenían hasta 6 partes en perfecto equilibrio lo que provocaba grandes dificultades técnicas, y realizó esta serie de esculturas que se expusieron en las Perls Galleries de Nueva York en 1969.

Muchas de ellas enlazan con los personajes de un circo: equilibristas, funambulistas, acróbatas, serpientes, etc... Un tema que a Alexander Calder le interesaba y al que periódicamente recurría desde la época (1926) de las sesiones con su pequeño circo ambulante.

Como final decir que del catálogo me gusta la inclusión de los pequeños dibujos a tinta junto a las esculturas un contraste entre las lineas finas del dibujo y las gruesas y táctiles del bronce.

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