viernes, 5 de noviembre de 2010

"La vie est brève et le désir sans fin"... y Madame de Lafayette


Cuando salía de la librería Payot de Ginebra, después de haber estado un buen rato mirando libros de cocina, de arte y de niños, ya casi en la puerta, mi acompañante divertido hizo que me fijara en el título del libro de Patrick Lapeyre, La vie est brève et le désir sans fin (Prix Femina 2010, editions P.O.L.) y me encantó. 
Tanto que volví una hora más tarde, para comprarme la novela solo por el título, pero finalmente decidí que ya lo haría en Barcelona en las librerías La Central o Jaimes, o en Paris de aquí un mes (llevaba ya la maleta un poco llena de libros que pesaban bastante). En la Payot de Ginebra la tenían como novela recomendada y además la historia sucede entre Londres y París y como esta última es mi ciudad favorita, la tentación es irresistible. Por lo tanto en cuanto pueda y la encuentre, la compraré.

En estos últimos años estoy leyendo muy poca novela, aunque de vez en cuando me da la vena y leo alguna como esta de la colección Folio (
Gallimard). La novela Histoire de la princesse de Montpensier es de Madame de Lafayette que asimismo es la autora de una de las novelas más reconocidas de la literatura francesa La Princesa de Cleves

Amiga de Madame de Sevigné (otra de las ilustradas del siglo XVII, autora de una importante epistolario que inicialmente fue editado en el XVIII), Madame de Lafayette fue una de las primeras novelistas francesas, amante del escritor La Rochefoucauld. Sus novelas fueron leídas primero en los salones que concurría; los círculos eruditos que creaban y difundían las obras, que no se publicaban sino que circulaban en forma de manuscrito. Que eran corregidas o modificadas por escritores como el propio La Rochefoucauld

Pero a pesar de que estas mujeres eran cultas, y tenían una vida intelectual propia, se las prefería como salonnieres brillantes, verdaderas maestras del arte de la conversación, más que ambiciosas en el ámbito literario. Es por esto que Madame de Lafayette, que se arriesgó a escribir relatos, novelas, memorias, mantuvo un perfil bajo y poco llamativo sin mencionar su nombre como autora de sus textos. 

Y es a través de los intelectuales de su época, con y a pesar de ellos que consigue un estilo propio. Y su estilo conciso y casi frió nos describe las pasiones con una imagen sombría y violenta, donde las mujeres siempre llevan la peor parte viviendo en un mundo dominado por los hombres.

Si no os importa leer literatura anterior al siglo XX, y aunque pueda parecer alejada de nuestro tiempo vale la pena leer esta corta historia Histoire de la princesse de Montpensier ambientada en una Francia dividida por las guerras y las intrigas, donde el poder y la religión van de la mano. Y que también puede hacer suyo el título de: La vida es breve y el deseo sin fin.

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