jueves, 23 de septiembre de 2010

Un artículo de Erika Bornay: la musa siberiana de Matisse


Erika Bornay, autora de Arte se escribe con M de mujer de Sd·edicions, siguiendo con su interés por la mujeres artistas o las musas de artistas, hizo ayer este artículo en el suplemento Culturas de La Vanguardia.

Este verano cuando estuve leyendo la entrevista biográfica de Dina Verney, la musa de Maillol, esta hacía también mención de Lydia Delectorskaya (musa, modelo, ayudante, amiga de Pierre Matisse) a la que había conocido, ya que Maillol la envió a Matisse para que durante un corto periodo fuera modelo de el. Las dos mujeres tuvieron una relación cordial y esto sale reflejado en el libro de Dina.

Aunque antes de leer el libro de Dina, ya sabía de la existencia de Lydia Delectorskaya, gracias a una conversación con Erika, que en aquel momento estaba preparando este artículo.


El texto de Erika es un nuevo homenaje a esas mujeres que quedan difuminadas detrás de la personalidad del artista, y que en múltiples ocasiones son el medio del que se sirve ya como inspiración para realizar su obra como para tener solucionadas todas aquellas situaciones cotidianas que puede sea incapaz de resolver.

A finales de septiembre se acaba la exposición que el Museo Matisse de Niza le dedica, como homenaje a la contribución y ayuda que proporciono al pintor durante los últimos 10 años de su vida convirtiéndose en valedora y guardiana de su obra.

3 comentarios:

  1. Ha cambiado, cambiado, ya no hay mujeres
    que quedan a la sombra de un artista,
    y que sirvan de musas anuladas,
    y por un hombre artista o no explotadas,
    fagocitadas ín du da ble mente...

    Ub beso de presente de mujer

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  2. Sempre existeixen les casualitats.
    Ahir aquest article i com sempre les muses i les dones.

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  3. ¡És que ja el present present és dona!

    Un petó de present altra vegada

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