La necesidad de "la sangre" en las ilustraciones

Este parece un tema banal sin importancia, que todos los que trabajan en la edición y en la realización de ilustraciones para el libro deberían saber, pero no es así. 

¿Que pasa con "la sangre"? ¿Porque los ilustradores se olvidan de ella en innumerables ocasiones? 

Porque no se les ha explicado que la superficie de la ilustración pierde por lo menos 4 mm, a lo largo de su contorno exterior, si esta va a sangre (que quiere decir que llega a borde de página). 

Si esta es una ilustración de una única página, la parte correspondiente al centro de unión de ambas páginas, aunque no pierda esos 4 mm, también pierde una mínima parte. Por lo que al realizar una ilustración hay que tener en cuenta esto y no acotar nada importante de la imagen a los bordes, porque si no se ha pensado esto, una vez cortado, cosido y encuadernado el libro nos podemos llevar la sorpresa de que aquello que pensábamos que estaría allí, ha desaparecido.

Otra mención, a tener en cuenta, es que en una ilustración de doble página tiene el pliegue central, que al coserse o fresarse y encolarse el libro, pierde parte de su imagen y modifica la visión de ella.

También es importante saber que en una cubierta de tapa dura, la sangre se amplía como mínimo a unos 15-20 mm, que es lo que se necesita para forrar el cartón de tapa dura. Ya que una vez encoladas las guardas, al haber ciertas oscilaciones cuando se encuaderna, podríamos apreciar que no hemos dejado suficiente sangre para forrar, y aparece el papel sin impresión con su propio color.

Muchos de los ilustradores, sobre todos aquellos que se incorporan al trabajo profesional y que su aproximación al mundo del libro es reciente olvidan esta cuestión tan importante.

Por eso desde aquí mi propuesta es, que algunas de las escuelas, donde se imparte ilustración, hicieran un curso explicativo, sobre las necesidades y los condicionantes técnicos que exige el libro o la ilustración relacionada con el libro.